El Misti es un
volcán situado al sur del Perú, ubicado cerca de la ciudad de Arequipa. Está
localizado a los pies del valle del Chili a 2,335 metros sobre el nivel del
mar, convirtiéndose de esta manera en uno de los mayores símbolos de esta
ciudad.
El volcán Misti
con sus 5,825 m.s.n.m., constituye un elemento fundamental y determinante de la
belleza paisajística de Arequipa, convirtiéndose así en un gran recurso
turístico.
Misti significa “criollo u hombre de raza blanca” en
quechua. Quizás adoptó este nombre porque la ciudad de Arequipa fue y es una
ciudad colonial llamada “la ciudad blanca” por su sillar blanco, pero también
porque allí habitaron los primeros y más importantes colonistas españoles,
incluido Fray Martín de Murúa, el fraile mercenario. Si revisamos los censos
del siglo diecisiete y dieciocho, el 90% de la población era de “raza blanca”;
el valle que en un principio era 100% indígena se hispanizó rápidamente durante
la colonia.
Seguro los
viajeros de antaño decían vamos a Arequipa, vamos a visitar a los mistis, aquel
valle que tiene un volcán sin nombre, imponente y blanco como los mistis,
LA LEYENDA
Según
la leyenda en aquellos tiempos remotos, vivía en las tierras de Arequipa un
apuesto y rudo agricultor de tez blanca que tenía un carácter y una fuerza
indomables, pero que amaba cultivar las fértiles tierras de los valles arequipeños.
Al
morir su padre tuvo problemas con sus tíos sobre la posición y conducción de innumerables
hectáreas de tierras, por eso sus tíos de manera equivocada y llenos de ambición
planearon su muerte, pero antes mandaron
a cavar un hoyo muy grande y profundo al lado del rio Chili. Cuando ya
estuvo todo listo, reunieron a más de 100
agricultores coludidos y con ayuda de cadenas lo lograron reducir. Lo amarraron
y lo llevaron cerca al hoyo. Fue entonces que esos instantes que el rudo agricultor
impotente lanzo gritos desesperados que en las montañas hacía retumbar su eco y
hacía caer piedras por doquier, hasta que se produjo un terremoto que abrió la
tierra y se tragó al rudo agricultor y a
casi una docena de agricultores que estaban cerca de él.
Desde
la profundidad de la tierra se escuchaban sus improperios y amenazas:
-¡Mis
tierras, no serán de nadie!, -Sólo mías, sólo mías.
-Mis
tíos jamás vivirán tranquilos, juro que me las pagaran!
De
poco rato comenzó a erigirse una pequeña montaña que poco a poco iba creciendo
hasta llegar a los 3,487 m de altura. Era el agricultor que lleno de furia y
gracias a su fuerza sobre natural pugnaba por salir, pero no pudo hacerlo. El
resto de agricultores corrió como pudo por salvar sus vidas, pero no lograron
su cometido, ya que murieron enterrados por miles de toneladas de tierra,
piedra y arena.
Los habitantes
que se quedaron en la ciudad y que habían escuchado el estruendoso ruido que
hizo el levantamiento de este nuevo apu, sólo se arrodillaron y comenzaron a orar y pedir a Dios que la
nueva montaña calme su ira. Tanto fue su súplica que hubo una fuerte tempestad
con truenos y relámpagos que aplacaron su ira, y al pasar la tormenta vieron
con asombro como el nuevo apu estaba cubierto con un poncho blanco de nieve.
Se
dice que desde ese entonces el apu al cual lo llamaron Misti, por haber
pronunciado desde sus entrañas sus peculiares primeras palabras: “Mis
Tierras…”, y “Mis Tíos…”, cuida desde lo más alto y celosamente la ciudad y
campiña arequipeña, habiéndose creado un
misticismo muy grande con la población arequipeña y haber influenciado
fuertemente en el carácter de ellos, tal es así, que cuando hay que ser amable,
hay que serlo, y cuando hay que pelear por algo justo, hay que hacerlo hasta
conseguirlo.
Autor: Rusvel Benavente. 2017.
Chiclayo-Perú
me gusta la leyenda me sive para poder hacer tarea
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ResponderEliminarme gusto
Es prehispánica?
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