sábado, 12 de agosto de 2017

Cuento Arequipeño Carosito

Publicado por el diario  El Comercio

Carosito, era hijo único y engreído de Cielito Lindo y de la Luna Bella. Carosito vivía con su amigo Tuturutú en una hermosa ciudad blanca llamada Arequipa en donde había nacido. Tuturutú, era su adjunto, su leal amigo, su ángel de la guarda.

Cierto día llegó a la casa de Carosito, su amigo Chavalito, con quien se había conocido vía internet, quien venía con sus padres de España a pasar una cortas vacaciones. Carosito encantado de la vida los recibió. Cada día junto a Tuturutú, les hacían conocer varios lugares turísticos desde la costa, sierra y selva alegre de Arequipa, en donde les hacían probar varias bebidas y comidas típicas de ésta tierra hermosa. Chavalito y sus padres estaban fascinados de la rica cultura que había en Arequipa y de lo bien que se sentían en esta tierra bendita.

Entonces Chavalito y sus padres invitaron a toda su familia a venir a Arequipa. Ellos vinieron, se sintieron tan queridos y bien cómodos que decidieron invitar a sus amigos de España. Ellos también vinieron y se quedaron para siempre en este paraíso del sur del Perú. Les gustaba tanto su clima templado, su aire puro, la limpieza de su ciudad, el cariño de su gente, su fe inquebrantable, ya que a pocos pasos de la pila de la Plaza de Armas, hay un claro en el cielo nada menos para ver  al Espíritu Santo.

Por eso para el 15 de agosto de cada año, día de su fundación española de Arequipa, venían visitantes y turistas de todo el planeta, muchos de ellos se quedaban a vivir aquí. Arequipa se vestía de gala, y todos la festejaban con todita el alma. Ese día Carosito, observaba el corso con mucha alegría, junto con sus familiares, amigos y 4 amiguitos súper divertidos: Tuturutú, Chavalito, Bambino y Pibecito; éstos 2 últimos  se habían hecho amigos hace algún tiempo atrás al visitar Arequipa, quienes al finalizar el Corso bailaron el Carnaval Arequipeño con mucho entusiasmo en la plaza de armas. Carosito y sus demás acompañantes la pasaron de maravilla y siempre vivieron felices en la Muy Noble, Muy Leal y Ciudad Heroica de los Libres de Arequipa.

Pasaron los años, y Carosito fue elegido Alcalde de Arequipa. Desde ese entonces Arequipa creció como la espuma en todos los rubros. Construyó un teleférico desde la ciudad hacia la cima del Misti, para todo aquel que quisiera mirar la ciudad, tocar la luna o simplemente contemplarla. Pero lo más importante, fue que se dicto una disposición, para que a cada visitante o turista se le obsequie como muestra de cariño  un pedacito de cielo azul, un rayito de sol, un pedacito de una noche con estrellas, una estrella luminosa, un envase de aire puro, un copo de nieve del celoso volcán Misti y el canto sublime de un jilguero. Además, se llevaban consigo un pedacito de nuestras vidas.

Así cada ciudadano contaba con un arequipeñómetro, que iba sumando todas las muestras de cariño y atención que se les daba a los turistas nacionales y extranjeros, tanto en calidez y calidad. Así Arequipa logro ser una de las ciudades más modernas e importantes del Perú y del mundo, gracias a Carosito.


Chavalito, Bambino y Pibecito y todos sus familiares, amigos e invitados, gracias a Carosito y Tuturutú, aprendieron muchas palabras típicas de Arequipa.

Autor: Rusvel Benavente. Arequipa-Perú


Carosito y sus amigos Tuturutú y Chavalito

El Tuturutú en el Parque Selva Alegre

Chavalito en los Claustros del Monasterio Santa Catalina

En el Molino de Sabandía

Disfrutando en el Corso de la Amistad

Teleférico hacia el Misti

Pedacito de Cielo Arequipeño

Rayito de Sol Arequipeño

Noche Estrellada de Arequipa

Envases de Aire Puro y Fresco de Arequipa


CUENTO EN IMÁGENES










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