Publicado por el diario El Comercio
Carosito, era hijo único y engreído
de Cielito Lindo y de la Luna Bella. Carosito vivía con su amigo Tuturutú en
una hermosa ciudad blanca llamada Arequipa en donde había nacido. Tuturutú, era
su adjunto, su leal amigo, su ángel de la guarda.
Cierto día llegó a la casa de
Carosito, su amigo Chavalito, con quien se había conocido vía internet, quien
venía con sus padres de España a pasar una cortas vacaciones. Carosito
encantado de la vida los recibió. Cada día junto a Tuturutú, les hacían conocer
varios lugares turísticos desde la costa, sierra y selva alegre de Arequipa, en
donde les hacían probar varias bebidas y comidas típicas de ésta tierra
hermosa. Chavalito y sus padres estaban fascinados de la rica cultura que había
en Arequipa y de lo bien que se sentían en esta tierra bendita.
Entonces Chavalito y sus padres
invitaron a toda su familia a venir a Arequipa. Ellos vinieron, se sintieron
tan queridos y bien cómodos que decidieron invitar a sus amigos de España.
Ellos también vinieron y se quedaron para siempre en este paraíso del sur del
Perú. Les gustaba tanto su clima templado, su aire puro, la limpieza de su
ciudad, el cariño de su gente, su fe inquebrantable, ya que a pocos pasos de la
pila de la Plaza de Armas, hay un claro en el cielo nada menos para ver al Espíritu Santo.
Por eso para el 15 de agosto de
cada año, día de su fundación española de Arequipa, venían visitantes y
turistas de todo el planeta, muchos de ellos se quedaban a vivir aquí. Arequipa
se vestía de gala, y todos la festejaban con todita el alma. Ese día Carosito,
observaba el corso con mucha alegría, junto con sus familiares, amigos y 4
amiguitos súper divertidos: Tuturutú, Chavalito, Bambino y Pibecito; éstos 2
últimos se habían hecho amigos hace
algún tiempo atrás al visitar Arequipa, quienes al finalizar el Corso bailaron
el Carnaval Arequipeño con mucho entusiasmo en la plaza de armas. Carosito y
sus demás acompañantes la pasaron de maravilla y siempre vivieron felices en la
Muy Noble, Muy Leal y Ciudad Heroica de los Libres de Arequipa.
Pasaron los años, y Carosito fue
elegido Alcalde de Arequipa. Desde ese entonces Arequipa creció como la espuma
en todos los rubros. Construyó un teleférico desde la ciudad hacia la cima del
Misti, para todo aquel que quisiera mirar la ciudad, tocar la luna o
simplemente contemplarla. Pero lo más importante, fue que se dicto una
disposición, para que a cada visitante o turista se le obsequie como muestra de
cariño un pedacito de cielo azul, un
rayito de sol, un pedacito de una noche con estrellas, una estrella luminosa,
un envase de aire puro, un copo de nieve del celoso volcán Misti y el canto
sublime de un jilguero. Además, se llevaban consigo un pedacito de nuestras
vidas.
Así cada ciudadano contaba con un
arequipeñómetro, que iba sumando todas las muestras de cariño y atención que se
les daba a los turistas nacionales y extranjeros, tanto en calidez y calidad.
Así Arequipa logro ser una de las ciudades más modernas e importantes del Perú
y del mundo, gracias a Carosito.
Chavalito, Bambino y Pibecito y
todos sus familiares, amigos e invitados, gracias a Carosito y Tuturutú,
aprendieron muchas palabras típicas de Arequipa.
Autor: Rusvel Benavente. Arequipa-Perú
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Carosito y sus amigos Tuturutú y Chavalito |
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El Tuturutú en el Parque Selva Alegre |
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Chavalito en los Claustros del Monasterio Santa Catalina |
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En el Molino de Sabandía |
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Disfrutando en el Corso de la Amistad |
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Teleférico hacia el Misti |
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Pedacito de Cielo Arequipeño |
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Rayito de Sol Arequipeño |
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Noche Estrellada de Arequipa |
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Envases de Aire Puro y Fresco de Arequipa |
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