Leyenda Arequipeña del Tanquita

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en un pueblo muy hermoso, lleno de vida, había una vez un lindo pajarito que contemplaba con emoción la montaña más alta e impresionante del pueblo, El Misti, y solía decir:

—Algún día llegaré hasta su cima, y desde allí divisaré ese hermoso paisaje, tocaré la luna, las estrellas, el sol, seré el guardián celoso de mi pueblo, pero sobre todo hablaré con diosito lindo.

Pasaron los días, y tanquita vivía feliz, disfrutando sus días soleados, primaverales, con cielo azul, respirando aire puro,  fresco con aroma a flores, y la amabilidad del cariño de la gente.

Dios, que todo lo ve, en su afán de mantener un armonioso orden ecológico en el pueblo de Arequipa llamó al tanquita y le dijo:

—Hijo mío, te he llamado a ti por ser la avecilla más dinámica, conocida y querida por todos los arequipeños, para comunicarles que deben comer racionalmente solo una vez por día. Confío en que harás bien el encargo. Yo te estaré mirando.

Entonces,  tanquita muy feliz y dichoso de ser el elegido por Dios, bajo a la Tierra, y de inmediato, reunió a cuanta gente pudo y les dijo:

—Traigo un encargo muy importante de Diosito para todos ustedes, mis amigos, pues en vista que yo los he visto trabajar y surcar la tierra con alegría, sembrar con mucha dedicación, y sobre todo cosechar y compartir los alimentos con los que menos tienen;  por todo ello, Diosito ha dispuesto que ustedes deben comer tres veces por día para reponer sus energías. Aquello fue recibido con algarabía, aplausos y bailando un carnaval arequipeño, y tanquita se retiró satisfecho de haber cumplido tan importante encargo.

Dios al escuchar y ver esto, llamó urgentemente a tanquita y por su desobediencia lo castigo a caminar dando saltos de por vida.

Desde entonces, los hombres de Arequipa y todo el mundo comen tres veces por día, confiando en que algún día diosito cambie de opinión y libere a tanquita de su castigo, pero mientras tanto, tanquita siguió disfrutando de la vida natural y sana de Arequipa, al lado de su gente mistiana.

Autor: Rusvel Benavente. Arequipa-Perú

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